


Desde esta misma columna y en forma reiterada nos hemos ocupado de la marcha del Covid en General La Madrid y siempre que analizamos el proceder de las autoridades sanitarias, la evolución de la pandemia y el numero de contagiados, coincidimos que las medidas aplicadas habían sido las correctas.


El aval de lo que vinimos expresando era, sencillamente, el numero de contagiados, destacando los controles establecidos y fundamentalmente el acompañamiento de la gente, que extremó los cuidados personales y los colectivos.
A lo largo de varios meses se mantuvo el criterio sustentado desde el inicio de la pandemia, pero con la llegada del mes de diciembre y las modificaciones adoptadas desde el ámbito provincial, hubo cambios en las medidas de prevención y estos se hicieron evidentes.
Los distintos medios de comunicación recibíamos en forma constante las novedades que iban surgiendo y eran frecuentes las conferencias de prensa y el dialogo entre funcionarios y periodistas, por lo cual los vecinos del distrito estaban informados.
Pero, con el paso del tiempo los encuentros se fueron espaciando, al punto de llevar varias semanas sin recibir las novedades que se van produciendo. Diariamente se emite un comunicado en el que se consignan los casos detectados, los aislamientos y los resultados positivos, pero la comunicación directa se ha perdido.
Justo es reconocer que ante cualquier consulta se responde en forma inmediata, pero el encuentro entre autoridades sanitarias y periodismo, todos juntos y con agenda abierta ya no existe.
Tal como se había previsto, aunque con cierto retraso, el 8 de enero se inició la aplicación de la vacuna Sputnik y según datos oficiales del Ministerio de Salud, sobre 450 dosis enviadas se aplicaron 444 entre personal de salud y fuerzas de seguridad. La segunda dosis se empezó a suministrar el 26 de enero y al 9 de febrero, ya la han recibido 366 personas, con lo que se totalizan 810 dosis contando las dos .
Pese a que los operativos resultaron exitosos y la pérdida de vacunas fue mínima, el ingreso de la política en cuestiones de salud, trastocó el proyecto original. Se montó un nuevo centro vacunatorio, se designó personal y con la llegada de los elementos requeridos para el local establecido ingresamos en lo que podríamos llamar “la nebulosa”. ¿Cuándo se va a comenzar con la vacunación masiva? ¿Cuánto va a durar el operativo? ¿Qué vacuna vamos a recibir? Y otra larga lista de preguntas, nadie las sabe o las quiere responder. Mientras tanto y vaya uno a saber hasta cuando, frente a la EP N° 1, lugar elegido para el nuevo vacunatorio, una guardia policial constante, brinda otra muestra de las muchas que evidencian una improvisación total. ¿Quién puede atacar un lugar que no funciona? ¿Qué se resguarda? ¿Esa guardia no podría estar abocada a patrullar un pueblo en el que la inseguridad va en rápido y constante crecimiento?
Y cuando los encargados de difundir las noticias lugareñas aguardamos las novedades que deben provenir desde los organismos que al efecto tiene el gobierno municipal, descubrimos que en Líbano hay un brote de Covid y nos enteramos por las declaraciones del Secretario de Salud a un medio de Coronel Pringles.
¿No se podría volver a los tiempos en los que el Intendente y la gente del sistema de salud se reunían con los medios y brindaba las últimas informaciones?
La política metida en la salud cambió métodos que eran eficientes. Si no es así, vuelvan a convocar, informen y permitan que republicanamente la gente sepa que es lo que está pasando, porque no todos leen el diario de Coronel Pringles para averiguar qué pasa en General La Madrid.