


NOS SIGUEN MATANDO


Por Antonela Schell *
En lo que va del año han ocurrido 41 Femicidios, esto significa que 41 mujeres fueron asesinadas por varones y 41 familias y niñes se quedaron sin sus madres, hermanas, tías, primas, amigas, vecinas, trabajadoras, etc.
Úrsula Bahillo no es el nombre de la última víctima de femicidio, cada 20 hs nos matan. Y parece ser que somos siempre lxs mismos quienes llevamos esta cuenta. ¿Acaso imaginan la vida contando muertas? Nosotrxs lo hacemos a diario y fue una frase viral, en el día de ayer, la que amplió la necesidad de que comencemos a pensarnos más allá de los espacios que venimos ocupando.
“¿A qué mujer en tu vida tienen que matar para que te preocupe la violencia de género?” Esta viralización tiene una clara intencionalidad, las mujeres y personas del colectivo LGTBIQ+ ya tomamos las calles, ya marchamos, ya gritamos, ya lloramos, ya estudiamos, ya trabajamos, ya reclamamos y ya nos hicimos carne cada nueva lucha, ya no sabemos qué hacer para, no solo pedir, sino lograr que dejen de matarnos. Y una clara imagen de esto fue la de la amiga de Úrsula, frente a la Comisaria, resistiendo con su cuerpo a las balas de goma ante la injusticia de una muerte evitable.
La pregunta tiene destinatarixs concretos. ¿Qué hacen los varones cada vez que se enteran que una mujer fue asesinada por otro varón? ¿Acaso es tema de conversación en el laburo, en los espacios compartidos? ¿Alcanza el cuestionamiento de la propia existencia y el replanteamiento de prácticas machistas en la individualidad? ¿Cómo impactan los femicidios en la rutina de cualquier varón? ¿Qué hacen cuando se enteran que su amigo le pegó y/o mató a una chica?
Si, son un montón de preguntas. Y en el momento en que nosotrxs nos entristecemos con cada nueva “Úrsula” y nos llenamos, cada vez más, de preguntas y cansancio, los varones siguen sin replantearse sus privilegios. Porque eso son. Privilegios. Y en el momento en que no tenemos igualdad de derechos, eso será así.
Que queremos? Una reforma judicial feminista urgente. Que las Instituciones empiecen a responder acorde a los requerimientos sociales que venimos sosteniendo por años. La Implementación de la perspectiva de género en cada Espacio del Estado. Que los varones se organicen para cuestionar que relación social tienen con la violencia y cual quieren. Que la justicia social sea la bandera compartida. Que nuestrxs hijxs y nuevas generaciones logren comprender y sostener otros tipos de relaciones vinculares.
QUE DEJEN DE MATARNOS.
*Antonela Schell es la Coordinadora del Área de Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual del Municipio de General La Madrid.