Estos tiempos

Hoy x Hoy10/04/2021Pedro GuillardoyPedro Guillardoy

Antes que nada, que quede en claro, yo no descubrí la pólvora,  pero después de mucho tiempo,  sí puedo decir,  que he tomado conciencia que hay tiempos y tiempos. No siempre lo transcurrido  ha pasado de la misma manera y por otro lado una cosa es esperar ansioso y otra dejar que pasen las horas, aguardando  que llegue algo mejor.

Carlos Alberto García Moreno, a quien, no sé porque, todos llaman sencillamente Charly, cuando era aun un adolescente se le dio por escribir una canción, precisamente, sobre uno de los tantos tiempos. “Poco a poco fui creciendo/Y mis fábulas de amor/Se fueron desvaneciendo/ Como pompas de jabón”.

El tiempo de Charly ha tenido altibajos y su presente contabiliza buenos y malos: “Es larga la carretera/Cuando uno mira atrás/Vas cruzando las fronteras/Sin darte cuenta quizás” y cuando anda transcurriendo otros tiempos dice “Te suplico qué me avises/Si me vienes a buscar/No es porque te tenga miedo/Solo me quiero arreglar”.

Los tiempos nuestros, digo el mío y el de la gente que cruzo todos los días, el de los que nos detenemos para contarnos las cosas cotidianas, son tiempos de riesgos. De peligros a exponernos a ser alcanzados por un enemigo invisible y peligroso. Son tiempos de extrema gravedad.

Para escuchar a Sui Generis y la “Canción para mi muerte”, que es el nombre de este clásico, recurrí a YouTube y cuál sería mi sorpresa, cuando un ignoto visitante del lugar, dejaba (hace cinco años) un breve mensaje: “La estoy pasando tan mal en estos momentos de mi vida y esta canción solo me hace llorar y sonreír, es difícil de explicar, supongo que solo queda ser fuertes...”

Este tiempo nuestro, difícil e inesperado, nos exige extremar los cuidados personales y responsabilidad para con todos los demás, suponiendo como el seguidor del dúo, “que solo queda ser fuertes...”

Hace unos días, cuando el Covid+ de Alberto, le escuche decir que el hecho de estar vacunado le evitaba riesgos y un breve periodo para volver a sentirse bien. Seguramente que su expresión tenía mucho de verdad, pero la cuestión es que como falta vacunar a muchos  el riesgo está más vigente que nunca. 

Desde lo personal, tengo edad y cuestiones de salud, como para ser considerado de riesgo, pero como nunca me otorgaron el turno para ser vacunado, un positivo  me ocasionaría muchos problemas y no tendría la suerte de “contarla” como el señor Fernandez.

Y esta no es una situación exclusiva, la padece mucha gente del pueblo, porque a pesar de haber tomado conciencia de los peligros que significaba el Covid y acatar todas las precauciones que se indicaban, de ser en la región ejemplo, con los mejores indicadores  y el distrito con mayor cantidad de inscriptos para vacunarse, en relación al total de la población, hemos quedado “abandonados” y sin que envíen vacunas desde hace, prácticamente un mes.

Las cifras de los últimos días son elocuentes. Al menos el 80% de la población de General La Madrid está atravesando un período muy peligroso y solo el cuidado personal parecería que no alcanza.

Nos queda, volviendo a evocar la poesía de Charly, otros de sus versos: “Te suplico qué me avises/ Si me vienes a buscar/ No es porque te tenga miedo/ Solo me quiero arreglar: “  

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