Razones y sinrazones

Hoy x Hoy 21/10/2021 Pedro Guillardoy Pedro Guillardoy

Cuentan que alguna vez le preguntaron a Yupanqui si era creyente y respondió “más vale diría que soy dudante”,  la expresión de Don Ata bien puede ser utilizada para definirme: creo ser un “dudante” crónico. Por eso, últimamente tengo algunas dudas que estoy tratando de aclarar

El sábado último anunciaron la “reinauguración” de la Sala “Evelina Aitala” del Complejo Cultural y para ello programaron actividades en la Plaza San Martín, una muestra fotográfica, un ensayo abierto del Grupo Coral La Madrid y el cierre con un recital de Ignacio Montoya Carlotto y Valentín Reiners.

Lo del Complejo consistió en hacer una serie de obras inexplicablemente postergadas y que forman parte de todas esas cosas que van siendo dejadas para después, hasta que llega el día que hay que tomar medidas porque si no se viene todo abajo. La pintura, reparación de techos y aberturas debieron ser hechas antes, pero bueno, hasta acá llegamos y hubo que asumir la realidad.  Ahora sería interesante publiquen cuánto costó todo y por cuánto durará lo hecho.

Pero lo mío apunta a otra cosa. Dentro de la importancia que se dio a esta inauguración y el homenaje a quien fue parte importante en el Complejo, la gente de cultura municipal omitió algo que, me parece, no debe dejarse pasar.

Según lo que trascendió redes mediante, se omitió invitar o al menos informar lo proyectado a los familiares directos de la homenajeada.

Por ahí encontré una definición válida: La razón es la facultad del ser humano de pensar, reflexionar para llegar a una conclusión o formar juicios de una determinada situación o cosa..., consecuentemente  sinrazón es  'todo aquello que resulta contrario a la razón y especialmente un atropello, una injusticia, un acto injustificable'.

Lo sucedido es, indudablemente, una sinrazón y me gustaría que cuando dejen despejada la  duda que ahora tengo, pueda ver que fue algo involuntario, propio de gente joven que muchas veces, por ignorancia, haciendo, “mete la pata”.

No reconocer el error públicamente  deja otras dudas que espero se aclaren en lo inmediato y expongan las razones de lo ocurrido. Mientras tanto a mi me está sucediendo que “La razón de la sinrazón, que a mi razón se hace, de tal manera mi razón enflaquece, que con razón me quejo de la vuestra fermosura”. Decía Cervantes que frases como estas, que sin cesar daban vueltas en la cabeza de D. Quijote, le hicieron perder la cordura, con las consecuencias que todos hemos visto. 

Por favor,  no vayan a creer que me siento un Quijote

 

 

 

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