Llantos y pañuelos

Hoy x Hoy 16/02/2022 Pedro Guillardoy Pedro Guillardoy

Alguien me dijo, alguna vez, que la experiencia es un peine que la vida te regala cuando los años han pasado y el pelo se ha ido. La ausencia capilar  y el paso de los años, me han dado cierta experiencia, me habilitan para opinar y lo voy a hacer sobre los festejos de estos días.

Desde hace mucho tiempo, el 14 de febrero ha sido motivo de celebraciones que según las circunstancias pudieron ser  modestas o pomposas. 

Dejando al margen las del Centenario, recuerdo las del año 1965, en el 75 aniversario del distrito. El Intendente era el Dr. Casemayor y gobernaba la Provincia el Dr. Anselmo Marini. 

Hubo fiesta a lo grande, con la presencia del Gobernador, legisladores y funcionarios de todo nivel, una placa en la Municipalidad  recuerda esas visitas. Un accidentado almuerzo en cancha de Newbery. Futbol en Racing con la presencia de la primera división de Gimnasia y Esgrima de La Plata, con todas sus figuras en la que se incluía a Guillermo Escalada, tricampeón Uruguayo 1955/56/57, campeón de dos Sudamericanos con Uruguay 1956 y 1959, que hizo 117 goles con Nacional. Por la noche, en la pista del parque, Blanquita Silvan, Roberto Rufino  y el Quinteto Real (Salgan, De Lio, Laurenz, Francini y Quicho Díaz).

Pero yendo al de ahora: ¡a lo grande! Con mucha gente en el Balneario. Fiesta para todos, durante el día y el Show de la noche, ¡todo Gratis!, claro de otra manera no se podría hacer, porque la situación no da para pagar entradas. Aunque en honor a la verdad, como nadie regala nada y lo hecho hay que pagarlo, “los gastos serán solventados con las Partidas Presupuestarias correspondientes”, es decir,  la fiesta la pagamos entre todos, pero en forma indirecta y sin que muchos ni siquiera se den cuenta. A propósito y hablando en “palitos” ¿salió mucho más de diez?

Lo del lunes, en la Casa de Laplacette, fue totalmente distinto, con algunas autoridades y los chicos de guardapolvo, a los que siempre se les cortan las vacaciones, porque son muchos y te visten cualquier fiesta. 

Himno, oraciones y un discurso fuera de lo habitual, con conceptos para muchos inesperados. Duros pero emparentados con la realidad. A continuación el discurso de Martín y la convocatoria a las “Chicas” de Colitex y a su mentor y guía, Silvio Canobi, para que por fin pudieran conocerse.

Pocas palabras de las “cooperativistas” y luego la emoción de Silvio y su “revelación”: “cuando hay que pasar circunstancias graves, muchos lloran y otros venden pañuelos, yo trato de ser de los vendedores”. Por eso su apoyo a una iniciativa surgida, hace mucho tiempo, de un encuentro del Programa Raíces,  con funcionarios que ya no están o no los llamaron en esta circunstancia. La utopía de un taller textil en La Colina concretado y ahora la continuidad de la utopía y un Polo Textil en La Madrid.

 

Yo de economía, poco o nada, pero con un salario municipal bajo, una familia que mantener y hacer estudiar a los chicos, aprendí que cuando hay recursos escasos, se debe destinar lo que tenemos a financiar lo importante y dejar las fiestas fastuosas para otro momento. 

Digo, si hay gente que necesita trabajo, esta la generosidad y la capacidad de Silvio, ¿no se podría haber destinado esos “diez palitos” o más a impulsar lo del Polo y luego, si la cosa sale bien, entonces si la gran fiesta, pero con mucha gente trabajando?. 

Porque, como me decían el otro día, pasó la fiesta, gastamos plata y el martes, porque el lunes era feriado, otra vez a caminar la triste realidad. Esa que Lecointre describía.

Como siempre, esta es una opinión personal que tiene el peso que cada lector le quiera dar y no pretende ser crítica hacia nadie, simplemente la utilización del derecho a opinar, que todos tenemos y que yo lo uso.

Antes del final, permítanme referirme a un detalle que se me había pasado en los párrafos anteriores. En la foto que “gestioné” con la gente que han venido participando de Raíces, como en Vieytes: “no son todos los que están, ni están todos los que son”.

 

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