Realidad

Hoy x Hoy 15/10/2022

En la noche del jueves, apenas terminada la sesión del HCD y luego que el concejal Escudero arriara la bandera, se produjo un hecho que no mostraron las cámaras pero que pusieron en evidencia algo que todos conocemos y nadie intenta al menos remediarlo.

Un ex empleado municipal, visiblemente alterado por la situación que atraviesa, respetuosamente pidió un momento de atención para mostrar la constancia de la jubilación que percibe y expuso los problemas que tiene y no puede solucionar.

No se trató de una excepción, ya que son numerosos los jubilados municipales que perciben una jubilación miserable, agravada por los retrasos en recibir los aumentos y la falta de respuestas de la obra social, tan necesaria para afrontar largos y costosos tratamientos. Simplemente se visualizó una realidad que preocupa por sus consecuencias y humilla a gente que después de trabajar toda una vida, ve menoscabada su dignidad.

Y si bien esta persona recibió respeto y contención, nadie asumió la responsabilidad que nos corresponde. Decir que poco se puede hacer al respecto es asumir la actitud de un torero que esquiva, de la mejor manera posible el embate de quien acomete, de un toro que conoce su final.

Se planteó una situación individual, pero en el colectivo de jubilados municipales son muchos los que atraviesan una situación similar o en algunos casos peor y obligan a buscar soluciones para los que ya se han jubilado y trabajar para que estos casos, como ahora sucede, no se multipliquen con el paso del tiempo.

Las jubilaciones, en el caso de los agentes municipales, están directamente relacionadas con el salario de los trabajadores activos. Si estos ganan poco, menor es lo que perciben de jubilación. 

Ahora, si la masa salarial es un monto que debe distribuirse entre todos los trabajadores activos y el numero se incrementa, lógico es deducir que a mas empleados menor retribución. En declaraciones públicas, distintos  funcionarios aseguran que no se incrementa el número de agentes, pero no dicen que se jerarquizan cargos, creando direcciones y secretarías para que algunos cobren mas en detrimento de los demás, que cobran menos. 

Resulta innecesario tratar de buscar responsables. Desde hace muchos años, el Presupuesto Municipal tiene similares características, por lo que el presente responde a un criterio idéntico, que ha permanecido en el tiempo y es común a los distintos gobiernos.

En pocos días, antes del 31 de octubre, el DE deberá elevar para su análisis el proyecto de Presupuesto 2023, quiere decir que estamos a tiempo para procurar una mejora salarial que, directamente, tenga efecto en la mejor retribución de todos los jubilados del municipio. 

Para ello habrá que ver de qué partidas se obtienen los fondos necesarios. Desde mi punto de vista se debería congelar todas las vacantes de personal y en una jugada de ajedrez, muy bien pensada, “direccionar hacia menos direcciones”, secretarios de secretarios con funcionarios capacitados a los que no les resulte necesario un lote de asesores para cumplir con eficiencia su tarea. 

Y por último, queda la otra alternativa: Si el DE “así no lo hiciera”  los doce concejales están facultados para no aprobar el proyecto y “ver qué pasa”.

Es esta, simplemente una propuesta, surgida a partir de una situación particular expuesta por alguien que trabajó, por muchos años, y nunca pudo ascender de la categoría 3, la menor de la escala vigente, porque hace mucho no funcionan los organismos existentes aunque siempre desconocidos,  la Junta de Promociones y Ascensos. 

 

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