



Uno vive en un continuo cambio, en este momento no soy igual al de ayer, porque en el día de hoy me pasaron cosas que me han cambiado algo. En ese instante trascendental de mi existencialismo estaba, cuando me acordé que un chileno, fundador de “Quilapayún”, llamado Julio Numhauser había escrito una bellísima canción, precisamente llamada “Cambia, todo cambia”. Es perfecta en su concepción y cantada por Mercedes Sosa, insuperable.


Así que dejé mis cavilaciones de lado y traté de recuperar el tiempo perdido, como frecuentemente me sucede. Recordé que alguien me había comentado el cambio experimentado en la manera de informar los cambios de estado de la pandemia y ahí descubrí porque me había dado por pensar en mi situación actual, el cantor chileno, Mercedes Sosa, el Comité de Salud y la forma de decirle a la gente que es lo que está pasando.
Hasta esta semana era perfecto. Se conocía un caso positivo y tres miembros del Comité de Salud se sentaban y explicaban todo. Varias veces a la comunicación la complementaron con alguna conferencia de prensa en la que respondían a todas las preguntas que formularan. Diez puntos.
Vaya uno a saber, porque eso que estaba muy bien, decidieron cambiarlo. En los últimos días, cuando ha crecido el número de contagios, se informa con un cuadrito. Pero quejas al margen, el cambio llegó en el mismo momento que, como dice el que se está recuperando, “se les escapó la tortuga”.
El informe de cuatro casos nos sorprendió, pero le dimos crédito porque siempre se dijo lo correcto. Después, debimos salir a explicar sobre positivos, negativos, antes y ahora y que eran casos que habían pasado.
La “aclaración” no fue muy “clara”, pero ponele. Lo que no se entiende es quien decidió cambiar y porque lo hizo y “ojo”, quiero que quede claro que de esto están totalmente al margen los que todos los días ponían la cara y explicaban. A los cuatro profesionales que informaban mi respeto y las disculpas por tener que agregar a su trabajo sin pausa y sin horarios, la tarea de “informantes”. Creo que la responsabilidad debe estar por el lado de los “informadores oficiales” o quienes decidieron cambiar.
“Cambia lo superficial / Cambia también lo profundo/ Cambia el modo de pensar/ Cambia todo en este mundo”. Muy bueno lo del chileno, pero cambiar, como decía el jinete de la estatua de Regazzoni: “Todo a su debido tiempo y en su justa medida”.

