Extracción de un fósil milenario en Coronel Pringles

Regionales22/06/2023

Se trata de un animal que normalmente no se encontraba por esta zona, y que podría haber vivido hasta hace 24 mil años. Apareció hace 3 años, pero la pandemia obligó a parar los trabajos.

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Fotos: Prensa Coronel Pringles

En los últimos días se retomaron los trabajos de extracción de los restos fósiles de un animal que vivió por estas tierras hace miles de años, y que fueron encontrados casi por casualidad en un camino rural cercano al paraje La Paloma.

El hallazgo de lo que queda de este esqueleto había ocurrido a principios del año 2020, pero la pandemia de coronavirus obligó a que las tareas debieran posponerse. Si bien en los meses siguientes se pudo avanzar en la delimitación del terreno y la definición de algunas partes óseas, recién en los últimos días se pudo avanzar realmente.

Así, un grupo de profesionales pertenecientes al Centro de Registro del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico de la provincia de Buenos Aires está llevando a cabo un trabajo de encapsulado para extraer el bloque de tierra que contiene los restos.

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Estos son de un animal que tendría entre 8 mil y 24 mil años de antigüedad, perteneciente a la familia de los perezosos terrestres, animales que si bien no se movían en esa zona, sí lo hacían en regiones cercanas. De hecho, se han hallado yacimientos de restos en cercanías del río Quequén e Indio Rico.

En ese momento, el hallazgo había sido calificado como “increíble” por el representante del coordinador del Observatorio Arqueológico y Paleontológico Litoral Sur, Cristian Oliva.

Las tareas de extracción se retomaron en los últimos días, y están a cargo del propio Oliva, junto a Lucas Tobio, coordinador del área de Museos.imagen arqueologia 3

“Se comenzó a extraer tierra como parte del trabajo preliminar, para después poner la estructura que será el cerco perimetral del fósil y poder llevar a cabo la extracción completa del bloque, que quedará encapsulado en una estructura que se diseñó específicamente para esto por un herrero local”, dijo este último.

Al respecto, destacó que toda esta operación es “un trabajo de ingeniería que nunca se ha hecho en Pringles, porque es raro encontrar una situación de estas características”.

“Todo está hecho a medida para esta circunstancia particular”, explicó Tobio.

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Para ello, se llevó a cabo una etapa de trabajos con maquinaria pesada, con lo que se desarrolló el zanjeo perimetral. Luego, se continuó a pala, pico y pincel hasta llegar al fósil para, al llegar a los huesos, colocar los chapones perimetrales y llevar a cabo la extracción definitiva.  

A partir de esto, se desarrollará un proceso en laboratorio, donde se limpiará, reforzará y preparará el fósil para su posterior investigación y exposición.

 “Aunque en líneas generales el fósil está completo, el estado de conservación no es el óptimo; habrá que reforzarlo mucho. Ante este peligro, estamos analizando cómo proceder para extraerlo, siendo una de las alternativas sacar completo el esqueleto con un bochón estructural”, manifestó Oliva.

Qué pasó

Los restos aparecieron en febrero de 2020 en un camino rural del Paraje La Paloma, cercano a Coronel Pringles. En ese lugar, a unos 9 kilómetros de la cabecera, el vecino Claudio Halter halló los huesos.

En ese momento se explicó que la aparición se dio después de los trabajos de una máquina que realizaba trabajos de mantenimiento en aquel camino rural.

La pandemia impidió que se avanzara con los trabajos, que se retomaron en noviembre de 2021. Para ese entonces, ya se había podido sacar el cráneo y uno de los brazos del animal.

El propio Oliva destacaba que “tenemos la mayor parte del esqueleto, con otro miembro delantero, toda la parte de la columna, caja toráxica y posiblemente tengamos la cadera y la cola también”.

Más hallazgos


En la zona de Coronel Pringles ya se han dado otros hallazgos de este tipo.

Hace algunos años, en abril de 2012, un grupo de pescadores locales había encontrado restos óseos fosilizados de un animal de gran porte en el cauce del río Quequén.

En 2004 se habían hallado restos fosilizados de un gliptodonte, cerca de San Eloy. Habían aparecido cuando un grupo de trabajadores llevaba a cabo una excavación para realizar el pozo de un baño.

Fuente La Nueva

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