A.R.E (Ahora Recemos Esperanzados)

Hoy x Hoy28/01/2021Pedro GuillardoyPedro Guillardoy

El asunto venía mal de entrada y el paso del tiempo solo sirvió para que la cosa se agravara, pero como no hay mal que dure cien años, el tema un día resurgió y fue en ese instante que muchos quedamos descolocados.

No sé si alguien pudo darse cuenta que la cuestión  hoy, son las veintiocho casas ARE que vaya alguien a saber cuándo estarán concluidas y los sufridos propietarios podrán mostrar orgullosos sus viviendas a quienes lleguen a la ciudad o pasen de largo por La RP 86.

Digo “mal de entrada” porque como no habían quedado terrenos disponibles y el negocio, digo los que andaban en la concreción del barrio, se quedaban sin nada, no hubo mejor idea que despojar de su lugar al autódromo y hacer al menos unas viviendas. “El paso del tiempo” mostró que si bien las primeras casas se hicieron, les faltan servicios, iluminación en las calles y aunque sea una vereda por la que puedan andar sin el peligro de ser atropellados por algún vehículo y evitar el barro en tiempos de lluvia.

Pero bueno, al menos tienen sus viviendas, peor están los de las casas mejor ubicadas, porque esos pusieron dieciséis mil “verdes” de adelante y cuando se ilusionaban porque veían que la obra daba comienzo, de golpe todo se paró y así están hace muchos meses. Los adjudicatarios se movilizaron,  les hicieron innumerables promesas pero el tiempo pasó y no pasó nada.

En plena pandemia, a mediados del 2020, el tema llegó al Concejo y ahí nos enteramos que el avance de los trabajos era del 24 por ciento. Nuevas promesas y otra desilusión.

Estábamos llegando a los últimos meses del año pasado y todos ocupados con la pandemia, los hisopados y otros componentes de la  “mala pata”, cuando quienes habían vendido el auto, los que pidieron un crédito, los que vendieron algún terreno, empezaban a asumir la triste realidad, una conferencia de prensa les devolvió “el alma al cuerpo”. Contactos con autoridades provinciales  les permitía a un grupo de dirigentes anunciar que en el 2021, las casas se terminarían.

Del otro lado no se podían quedar en silencio y un  mensaje al grupo de Whats App, les  daba “la precisa”. Una nueva empresa se haría cargo y las casas se terminarían.

El anuncio de las obras para General La Madrid que se incluyeron en el Presupuesto provincial 2021,  también las incluía y si algo faltaba gente de la empresa que originalmente debía hacerlas, comunicó que ellos estaban trabajando en la actualización del proyecto y eran quienes, al fin, les entregarían las casas.

Estamos en un año impar y como habrá elecciones, cada uno quiere hacer política con la necesidad de viviendas que hay en el pueblo y la ilusión de quienes –reitero- pusieron por adelantado  dieciséis mil “verdes” (hagan el cálculo con el dólar más barato y verán que, igual , es un montón de plata) y esperan, algún día tener lo que les prometieron: una casita para la familia.

Han sido tantas y tan dispares las promesas formuladas que por eso decía al principio: “estamos descolocados”. No sé, uno dijo la verdad y los otros mintieron o si todos creyeron decir la verdad y los descolocaron los de arriba o si ante el desconcierto general todos quisieron sacar una ventaja a riesgo de quedar, como quedarán muchos sin saber cómo justificarse.

Por ahora, todo sigue igual que hace muchos meses, pero la esperanza ha renacido, no pueden ser mentirosos todos, alguno habrá que, sinceramente, se está ocupando, veremos quién es.

 

 

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