Buscando por ahí pude descubrir una definición, que ahora la tomo para establecer que una escala es una sucesión ordenada de valores de una misma cualidad. Mientras que el valor, es la estimación que le damos a las cosas. Es decir, es la estimación, positiva o negativa, que le atribuimos a las cosas o a los objetos
Por eso las escalas de valores, que establecen en forma personal la importancia que le adjudicamos a las cosas son, generalmente, distintas cuando se evalúa un mismo objeto.
Yo tengo mi propia escala de valores, a la que creo solida y demostrable. Y como pretendo que ella sea respetada, respeto la de los demás.
Esto viene al caso cuando analizo las exposiciones de los señores Concejales en las sesiones públicas del HCD y veo que muchas veces no hay “alcoyana – alcoyana” como trataba que hubiera el actor y músico uruguayo.
Tenemos diferencias generacionales y eso se demuestra porque, seguramente, habrá algunos que no tendrán idea de quién era Berugo Carámbula y yo lo refiero a las coincidencias de su programa de entretenimientos pero también hay discrepancias conceptuales y ahí es donde quiero centrar el “quid de la cuestión”.
La riqueza de los debates reside, justamente, en la exposición y discusión de diversos puntos de vista sobre un mismo objeto pero lo importante, creo, es debatir sobre temas o hechos trascendentes y ahí es donde muchas veces discrepo. Hay cuestiones que se resuelven en forma rápida y merecerían otro tratamiento y en otras oportunidades se discuten trivialidades.
He asistido a la sanción de alguna ordenanza que luego de aprobada nunca fue puesta en práctica, mientras que hay cosas que merecerían ser tratadas y nadie las plantea. Por ejemplo y acerca de una cuestión simple y cotidiana, es facultad del HCD disponer la circulación y el estacionamiento en las calles. Sin embargo, en nuestra ciudad, para determinar un lugar en el que está prohibido estacionar solo se necesita comprar un tarro de pintura amarilla y darle al pincel sobre el cordón. A lo mejor es muy simple el ejemplo pero los invito a que salgamos a recorrer y luego busquemos que ordenanza determina que ese lugar está vedado para cualquier vehículo.
Y podría seguir con los ejemplos simples, pero quiero referirme a lo sucedido hace pocos días con una declaración de “Interés Municipal” que movilizó desde las redes a un sector amplio de la comunidad y otros temas muy importantes, como podría ser el de las 28 viviendas ARE, que pese a lo que todos sabemos, no encuentra una identidad de criterio entre los doce ediles, que no exigen una definición para la situación que afecta a 28 familias, entre las que se cuenta la de algún miembro del propio Concejo.
A esta altura vuelvo a la “escala de valores” y seguramente por aquello de las evaluaciones personales, lo que yo creo importante para otros no lo es. Claro que queriendo fundamentar mi posición, voy a traer otro tema importante para el HCD.
Hay dos ordenanzas que resultan fundamentales para la vida del distrito, son el Cálculo de Recursos y Presupuesto de Gastos por un lado y la Rendición de Cuentas por el otro. La primera es una muestra de las intenciones de quien ejerce el gobierno comunal. Ahí expone lo que presupone hacer. La segunda es el testimonio de lo que pudo hacer con aquel presupuesto original. Nunca se da la difusión necesaria ni a una ni a la otra.
Todo queda entre gallos y media noche. Creo, a partir de mi escala de valores, que deberían darle la mayor difusión posible a estos temas, que sintetizan la marcha de un gobierno municipal y sin embargo siempre se entregan los proyectos a último momento o con pedidos de prorrogas sobre las fecha límites y luego, con la rendición de cuentas se debate en forma ligera y parcializada una cuestión de singular importancia.
Simplemente quería, ahora, plantear una cuestión que atañe a mi escala de valores y seguramente a la de otros vecinos, pero a los que no puedo reconocer porque, como decía antes, no compartimos intereses y entonces nos quedan sin debatir los temas importantes, al menos para mi escala.
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