Hace exactamente una semana y debido a la difusión que le dieron los más importantes medios nacionales, tomamos conocimiento de un hecho vandálico cometido en un establecimiento de campo ubicado a unos cinco kilómetros de la planta urbana local.
Hubo algunas notas, algún mensaje de reprobación desde una agrupación política y poco más. Más vale, se podría decir que nada más. Oportunidades no faltaron, porque a la profusa difusión de algunos actos de gobierno, a este no lo incluyeron y no se podrá argumentar que no era de interés general.
Al margen de quien sufrió el atentado, los motivos que pudieron haber ocasionado este atropello a la propiedad privada y lo que podrá suceder si se establece quien, como, cuando y porque se llevó a cabo, resulta un hecho inédito enmarcado en la violencia generalizada por la que debemos transcurrir.
Tampoco lo sucedido preocupó a los concejales, que no hicieron ni siquiera una mención de lo ocurrido, mientras que abordaban otros temas, indudablemente importantes pero no mayores a esto.
En el marco de los tiempos que transcurren, muchos podrán restar importancia a lo que pasó, inscribiéndolo en lugares compartidos con ataques, atentados o hechos que la crónica diaria registras, pero para los que vivieron y por ende conocen la violencia setentista, esto se parece a los inicios de etapas superadas que no deberían retornar, pero que hay quienes lo intentan.
Se evaluaron las pérdidas materiales. Las reales y las que podrían haber sido de no mediar la decisión de las víctimas del hecho y la solidaridad de sus vecinos, pero hay otro aspecto que debería preocupar y es la situación a la que se expone a quien trabaja, produce y genera ocupación.
Pretender que un hecho tan grave quede soslayado y sepultado con el paso del tiempo es, sencillamente, exponernos a que los vándalos y violentos, estén en un lugar en donde antes, esto no sucedía.
Una reprobación enérgica y desde todos los sectores de la comunidad no remediará la situación de los afectados pero seguramente evitará su reiteración.
Desde estas mismas páginas, ayer, una profesional que ocupa un importante cargo en la estructura sanitaria del distrito nos hablaba de la importancia de prevenir males con atención primaria, salvando las distancias, este es también, un hecho para el que deberemos vacunarnos, para que lo que viene no sea peor.
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